Nada podría pasarnos (en construcción II)

Continuación de la primera entrega.

(…)
Por eso bailamos  bajo la luna
al son de una orquesta de grillos,
al resguardo de los búhos
entre lobos asustados,
bailamos descalzos
hasta despellejarnos los pies
y bailaremos toda la noche,
como si nada pudiera pasarnos,
como si mañana tuviéramos
que volver a encerrarnos
y abrazarnos a los postigos.
(…)

Nada podría pasarnos (en construcción I)

Ahí fuera aguardan
la noche y sus fauces,
pero en este porche,
este pedazo de luz
que alguien dejó
para nosotros,
tú y yo jugamos
a vislumbrar sombras
en la penumbra.
No hace falta decir nada,
pero evitamos el silencio
con todas esas frases vanas
que sólo decimos cuando
nos da miedo callar.
Mañana volveremos a cerrar las puertas
y abrazarnos a los postigos,
pero aquí fuera,
aquí y ahora,
la noche huérfana
es para nosotros.
Nada podría pasarnos.
Puedes estar segura de que no nos pasará nada.

Yema

Conocen
la textura del alambre,
la lengua de las uñas,
qué criaturas anidan
en la punta de las lanzas.

Conocen
los filos, pero también
estas manos que son
para tocarnos.

Barro (Ediciones en Huida, 2013)

Para interesados en el libro, más información aquí.

 

Contención

Hay quien traza
ondas en el agua
sin mayor pretensión
y sin embargo logra
algo fugitivo,
incapaz de medirse en el tiempo,
bello
como contar
ciervos que perecen.

Barro (Ediciones en Huida, 2013)

A quien le interese, puede encontrar el libro aquí.

Cuando traen los cuerpos vencidos

Cuando traen los cuerpos vencidos
los colocan delicadamente
sobre la arena,
todos los rodean
y buscan
lo que en ellos conocían:
la ligereza de sus pies,
la fuerza en los brazos,
la profundidad de unos ojos.
Palpan y acarician
en busca de lo que fueron,
algo de ellos que todavía permanezca,
pero ante todo buscan
una huella, un golpe.
Ese golpe
que llena los cuerpos
de tierra.

Barro (Ediciones en Huida, 2013)

A quien le interese, puede encontrar el libro aquí.